Estoy intentando lograr que esa fuente inspiradora que algunos llaman Dios, me regenere, de brazos abiertos bajo lo lluvia, como si disfrutara cada gota de agua que moja mi cuerpo. Quiero dejar que el cambio fluya a través mió, y mientras más escribo de esta locura más sana me siento.. ¿Loco no?
Tengo muchas cosas de mi vida que quiero cambiar. Y he aprendido que para lograr eso debo dejar de hacer las mismas cosas, algo así decía Einstein. Entonces, supongamos que voy al trabajo todos los días por un camino específico y siempre me roban... calculo que me dejarán de robar cuando cambie de camino no? Parece tan fácil, por lo menos lógicamente, pero por qué seguimos cometiendo exactamente los mismos errores? Los cometemos porque tomamos exactamente las mismas decisiones. Y ¿por qué? Hoy aprendí que somos adictos a estas emociones que nos hacen equivocarnos cotidianamente.
Lo más difícil es estar dispuesto al cambio, luchar contra viento y marea para dejar que nos anestesien y que pase lo que Dios quiera, simplemente confiando. Dejándonos llevar por esa persona interna, ya que, el cambio se da siempre de adentro hacia fuera. Esa persona nos suele hablar seguido, a veces es imposible no escucharla,¿La sienten? Aparece a veces cuando nos estamos yendo a dormir, antes o ni bien cerramos los ojos, nos dice: "Hola, no conversamos hoy... como estas?", a veces le respondemos "Bien bien, pero please dejame dormir que estoy muerta" ¿Nunca les ha pasado? Y cuando finalmente esa personita tenía razón, con algo que nos decía, pensamos “¿Por qué no te escuche antes?” Simplemente porque elegimos tener de amigos a la rutina y mediocridad, creyendo que ellas eran el camino a
Mi pregunta no es "¿Soy feliz?" sino más bien "¿Sigo buscando a diario sentirme feliz y plena?" No demos la espalda a nuestro niño interior. Dejémonos sonreír por y con él..
Mía... sintiéndome como Alicia en El país de las Maravillas.